Poder realizar una secuencia didáctica en colaboración con la Bibliotecaria y con todo lo que implica la Biblioteca escolar fue enriquecedor para el grupo y para mí como maestra, ya que siempre trabajé en ese plano solo dentro de Prácticas del Lenguaje. Llegamos a estudiar las características de los pueblos originarios, en particular las del imperio incaico, con bastante profundidad. Pudimos aprovechar los recursos y fuentes de la Biblioteca y los alumnos investigaron a partir de fuentes históricas que no conocían. Como cierre de la secuencia visitamos el Museo Etnográfico Juan Ambrosetti.
Durante este año organizamos La Biblioteca del aula, bautizada por 4to B como la Minibiblioteca, que terminó siendo no tan mini ya que reunimos 95 volmenes. Sabemos el número exacto porque nos pasamos bastante tiempo confeccionando el inventario correspondiente gracias a la ayuda de la Bibliotecaria que nos brindó muchos conocimientos específicos en el tema y nos acompañó en todo lo que implicaba ese trabajo. Gracias a La Minibiblioteca, en 4to grado circularon libros de todo tipo que los chicos se llevaban a su casa. Pero no se los llevaban así nomás... era el bibliotecario quien controlaba que se llevaba cada uno, y aproximadamente cada quince días ese bibliotecario pasaba a ser otro chico. Verdaderamente todos supieron cumplir con esa tarea. Puedo contarles que los libros fueron leídos, comentados, cuidados y devueltos a su tiempo. Si un alumno se atrasaba en la devolución, el bibliotecario le preparaba una tarjetita recordatoria y no lo dejaba volver a llevarse libros hasta que no se acordara de traer el que debía.
Para cerrar, visitamos una Biblioteca muy especial que hay en Caballito y que muchos chicos tendrían que conocer porque es muy linda, La Biblioteca del Dragón. Los chicos pudieron hacer preguntas y comparaciones específicas, además de una intensa exploración literaria.
CONCLUSIONES DE MARÍA INÉS TROPEA
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